El nacimiento de s’Arenal de Llucmajor podría fijarse aproximadamente hacia 1887, a partir de dos hechos importantes, la apertura de un tramo de camino público que conecta con el camino del Palmer que permitiría a los llucmajorers llegar directamente hasta la playa, y el inicio de la parcelación de los predios rústicos colindantes que dio lugar a los solares y huertos.
La apertura del nuevo camino denominado de s’Algar, se hizo, entre otras razones, para facilitar que los payeses, que regularmente venían a recoger hojas de posidonia oceánica (conocidas comúnmente por algas) para aprovecharlas en la agricultura y ganadería, pudiesen llegar de forma más directa al mar. Al mismo tiempo por aquella época, también empezaba a haber interés en disfrutar de los baños de mar con lo que otros usuarios podían llegar hasta la playa.
La parcelación de las grandes propiedades próximas al mar puso las bases del desarrollo urbanístico posterior. Aunque los solares se vendieron a personas con variedad de intereses y procedencia, con el tiempo se fueron asentando canteros que trabajaban en las numerosas zonas de extracción de piedra de marès de los alrededores. Así pues, la población se conformó con gentes que trabajaban cortando la piedra (trencadors), algunos pescadores, jornaleros, además de otros que se ocupaban en los oficios complementarios y aquellos que querían y podían disponer de una casa de veraneo.
En un pequeño embarcadero se cargaban las barcas con el marès extraído y que a su vez descargaban yeso en bruto procedente del otro lado de la bahía para ser horneado y triturado en los molinos de s’Arenal. Todavía se conserva la estructura de uno de los molinos en la parte alta de s’Arenal.
Cerca de la desmbocadura del torrente des Saluet, se constituyó en 1952 un modesto club para crear un puerto de pesca deportiva que con sucesivas ampliaciones (1969, 1982) se ampliaría hasta llegar a su fisonomía actual.
Para la creciente población de la aldea se inicia la construcción, hacia 1896, de la iglesia de Ntra. Sra. de la Lactància encaramada en una elevación de piedra de marès sobre la que tiene sus cimientos, es Fossar. La posterior ampliación (1971) con un templo nuevo en su parte delantera desfiguró su estampa haciendo desaparecer la escalinata que ascendía desde el camino hasta la entrada de la antigua capilla aunque se conservó el resto de la construcción.
Desde 1871 se empezaron a tramitar las primeras licencias para edificar casas de veraneo. Los diseños debían respetar una tipología determinada que consistía en casas de planta baja y a lo sumo un piso, con porche o terraza delantera. Todavía hoy es fácil encontrar casas de aquella época. El primer hotel de la zona enfrente del club náutico, el Terminus, se inauguró en 1916 y tenía 4 habitaciones. El segundo hotel se inauguró en 1956 iniciando el despegue de la indústria turística.
La localidad estuvo comunicada por ferrocarril con Palma y Llucmajor desde 1916 hasta 1964 con la línea que llegaba hasta Santanyí. También tenía connexión desde 1921 hasta 1941, con un tranvía a motor de combustión que llegaba desde Coll d’en Rabassa (Palma) y cuyas vías discurrían por las dunas de esta gran playa aún virgen. Este tranvía se conocía como es Carrilet.
El cambio más radical de la localidad vino con el desarrollo turístico de los años 60. Las canteras, ya mecanizadas, funcionaban las 24 horas al día para abastecer de material. La crisis de la importante industria zapatera del pueblo de Llucmajor, desvió las inversiones hacia la costa. La construcción de establecimientos turísticos, cada vez mayores, residencias estivales y viviendas para los trabajadores de la hostelería transformó el urbanismo de s’Arenal en lo que actualmente observamos.